jueves, 31 de enero de 2013

Reportaje: Jóvenes, emprendedores y valientes


JÓVENES, EMPRENDEDORES Y VALIENTES

La crisis ha dejado sin trabajo a muchos, pero algunos jóvenes se arman de coraje para alcanzar su sueño: crear su propio negocio.
MARÍA RELAÑO ALBEROLA.


Joseba tiene 22 años, empezó a trabajar en el negocio de la hostelería hace 4 años y ya ha montado su propio bar. Giovanna tiene 31 y abrió su carnicería hace casi un año después de haber trabajado en el gremio durante unos años. Son dos ejemplos de jóvenes emprendedores y con iniciativa que se han armado de valor en tiempos de crisis.


La carnicería “Yoana” se encuentra en un barrio logroñés, próximo al río Ebro. Aparentemente es una carnicería como otra cualquiera con un mostrador acristalado repleto de carne y embutido, pan y algunas conservas. Pero lo especial de este negocio no es el producto, sino el modo de trabajo. Giovanna abrió el negocio en números rojos por el alquiler y el pago a proveedores. “Añades a eso que todavía no tienes una clientela captada y se crean todavía más deudas”, explicaba. 

Todo fueron dificultades al principio, no podían hacer frente a los gastos y los ingresos no eran los suficientes para sacar adelante su negocio. Estando ya a punto de cerrar la carnicería, Giovanna tuvo una idea. “Una vocecita me dijo: escribe lo que sientes y expónlo”. Y así lo hizo. Cogió papel y boli, escribió a mano lo que pensaba y colgó los carteles por el barrio. “Con que me compraran una vez por semana era suficiente para que mi negocio saliera adelante”, decía emocionada. Y así fue. 

Poco a poco los vecinos del barrio se acercaban a su carnicería. Uno de ellos se ofreció a pasar sus carteles a ordenador. Un escritor se hizo eco de la situación de la joven carnicera y le ayudó a difundir su historia a través de internet. Los carteles llegaron hasta la otra punta de la ciudad y Giovanna empezó a ver en su local muchas caras desconocidas. “Todavía no me lo creo”, decía emocionada. Aún no puede decir que tenga beneficios, pero sí puede afrontar los gastos. Y esto le está permitiendo sacar su negocio adelante. 

“Los bancos no me lo han puesto nada fácil por ser tan joven”, explicaba Joseba. Con 22 años ha montado su propio bar, un local céntrico en Logroño y muy moderno. Pese a las dificultades su negocio lleva unos meses en funcionamiento y ya tiene una clientela fija. Reconoce que no es el mejor momento para abrir un bar. Su secreto, nos dice, es muy sencillo: “Cuidar la clientela”. Aunque también usa una herramienta muy potente en esta nueva era tecnológica: las redes sociales. 

Estos dos riojanos cuentan con facilidades como las que presta a Asociación de Jóvenes Empresarios y Emprendedores de La Rioja (AJER), con más de 300 socios. Cada asociado obtiene información periódica (noticias, oportunidades, convocatorias, etc), puede solicitar mediación empresarial para solucionar disputas mercantiles y civiles, tiene la posibilidad de asistir a comisiones de trabajo, eventos o cursos de formación. También obtienen asesoramiento, muy importante tratándose de gente tan joven, y la posibilidad de participar en proyectos de cooperación y desarrollo. 

Además de estas ayudas a nivel autonómico, la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (CEAJE) ha creado una plataforma para impulsar el proceso emprendedor llamada AJEImpulsa. Un proyecto en el que los jóvenes pueden compartir experiencias e ideas entre ellos y con asistencia personalizada hasta que la empresa cumple 18 meses. No faltan los módulos formativos específicos en áreas como marketing, recursos humanos, habilidades directivas o de gestión. La financiación que CEAJE ofrece va desde los 25.000 hasta los 75.000 euros.

Giovanna contaba que muchos le decían que montar ahora un negocio es una locura. Pero tanto ella como Joseba decidieron seguir adelante y montar su empresa. Los dos están contentos y agradecen las ayudas que se les presta. ¿La clave para ambos? Cuidar y mimar su clientela por mucha crisis que haya. 

Reseña: LA CULTURA DEL NUEVO CAPITALISMO (Richard Sennett)


CONSUMISMO, POLÍTICA Y TRABAJO

Una sociedad capitalista regida por el cambio
 MARÍA RELAÑO ALBEROLA

Richard Sennet, Anagrama (2006). La cultura del nuevo capitalismo.







El sociólogo estadounidense Richard Sennett repasa en su ensayo “La cultura del nuevo capitalismo” cómo la fragmentación de las instituciones ha dado lugar a una fragmentación de la cultura. El libro habla de una sociedad capitalista cambiante en la que los individuos no pueden dedicarle tiempo a su trabajo y donde predominan las relaciones a corto plazo.

La Universidad de Yale invitó en el año 2004 a Richard Sennett a dar tres conferencias sobre las investigaciones que había comenzado a mediados de los noventa relacionadas con el trabajo en la sociedad capitalista moderna y sus consecuencias para los trabajadores. Las “Castle Lectures” del año 2004 trataban sobre ética, política y economía. El objetivo era hacer reflexionar sobre las implicaciones morales de la sociedad y del gobierno en una sociedad moderna compleja. Entre los ponentes destacaron Robert Pippin, Francis Fukuyama o Robert Dahl. La primera publicación de Richard Sennett relacionada con el trabajo fue “La corrosión del carácter” (1998), cuatro años después “El respeto sobre la dignidad del hombre en un mundo desigual” y “La cultura del nuevo capitalismo” en el año 2006. Recientemente ha publicado “The Craftsman” (2008) y “Together: The Rituals, Pleasures and Politics of Co-operation” (2012), también en el mismo sentido.

El autor describe una sociedad capitalista que evoluciona a partir de los años sesenta y conlleva la fragmentación de las instituciones y de la cultura. Los años noventa se convierten en la década ideal del nuevo capitalismo, es la época de la industria de la alta tecnología, los servicios financieros y los medios de comunicación. Todos estos cambios hacen que la sociedad adopte una mentalidad a corto plazo, y esto afecta también a las concepciones del gobierno. La sociedad ya no es estable, habla de una sociedad cambiante en la que los trabajadores se ven obligados a moverse de un sitio a otro en busca de trabajo. El desarrollo de una sola habilidad bien hecha se convierte en algo del pasado, y a esto mismo, al pasado, renuncian los miembros de una sociedad consumista que cambian lo viejo por lo nuevo. A finales del siglo XX los accionistas toman el poder en las grandes compañías, la banca mercantil se hace internacional y aparecen nuevas tecnologías en el campo de la fabricación y la comunicación como el correo electrónico. Las empresas necesitan reinventarse, tienen que ser dinámicas y resultar atractivas para los inversores. Esta nueva sociedad capitalista es abrumadora, estresante, dinámica e inestable debido al frenesí de los mercados o el auge y el derrumbe de las fábricas, entre otros muchos motivos.

A lo largo del libro nombra a varios pensadores que tienen teorías relacionadas con la nueva cultura. Uno de ellos es Zygmunt Bauman y su concepto de modernidad líquida. También Karl Marx y su anhelo de lo rural frente a la inestabilidad material y mental en la industria, el mundo desenfrenado de las finanzas y la migración de los trabajadores. Richard Sennett expone dos tipos de organizaciones sociales: el capitalismo social militar y la pirámide weberiana. El primero se basa en el modelo militar de la Alemania de Otto Von Bismark, en él es posible un pensamiento a largo plazo, como la compra de una casa o la planificación de las etapas de una carrera. El segundo es un modelo liberal de producción, una pirámide con las funciones definidas para aumentar la competencia y la eficiencia. Este modelo dominó muchas organizaciones durante el siglo XX, es la llamada jaula de hierro nacional. En este punto el autor da su opinión, cree que el legado de Bismark y Weber es el tiempo organizado y que el capitalismo social es frágil.

Richard Sennett analiza las relaciones laborales y hace énfasis en el abandono del trabajo artesanal y la necesidad de adaptarse a varias habilidades en lugar de centrarse en una y hacerla bien. Introduce el concepto de organizaciones flexibles. Se refiere a las empresas en las que sus empleados deben adaptarse a las circunstancias, deben ser tolerantes y no aferrarse a su puesto. Esto ocurre especialmente con el trabajo temporal, que para el sociólogo produce estrés a los trabajadores al tener un futuro impredecible. Otro problema que plantea en la nueva sociedad capitalista es la desigualdad, se refiere a los salarios y a la desaparición de las capas intermedias que provocan una distancia social entre el sector más alto y el más bajo. Expone la creencia de que todo esto ha dado lugar a tres problemas sociales en el trabajador: una baja lealtad institucional, la disminución de la confianza informal entre trabajadores (es decir, lo que cada uno sabría hacer bajo presión y no lo que pone en su contrato) y el debilitamiento del conocimiento institucional (el conocimiento está en la parte más baja de la empresa y son los primeros en ser despedidos). A su vez, estos tres problemas dan lugar a las instituciones de vanguardia, según Sennett, empresas con autoridad y débil poder centralizado. Pero plantea dos problemas, en este tipo de instituciones se pierde la gratificación diferida y el pensamiento a largo plazo.

Otro tema que preocupa bastante a Sennett es la política de consumo en dos sentidos: el ciudadano como consumidor de bienes y también de política. Culpa a las nuevas formas de mercado que hacen que el consumidor no piense como artesano, sino que busque la mayor comodidad. Richard Sennett corrige a Marx en su definición del consumidor como un coleccionista de tesoros que acumulaba bienes, para él no es así, éste renuncia a ellos. Es el pensamiento que describía anteriormente del desprendimiento del pasado, los logros del pasado ya no importan. Habla del fenómeno de las marcas, cómo un producto básico incrementa su precio resaltando las diferencias. En cuanto a la potencia, en esta nueva cultura dice algo verdaderamente cierto, siempre queremos lo más potente, los ordenadores más potentes, los coches más potentes… Aunque nunca usaremos toda la memoria de ese ordenador ni llegaremos a la máxima velocidad de ese coche. El ciudadano como consumidor es característico de la cultura capitalista, el autor le llama consumidor-espectador-ciudadano, ya que desea lo que todavía no tiene.

Establece una comparación entre la política moderna y las marcas. Caracteriza la política como pro-empresarial, de inclusión social y ambivalente en cuanto a la inmigración. Pone como ejemplo los parecidos entre los partidos de Ronald Reagan y Bill Clinton en EEUU, que únicamente resaltaban las diferencias. Afirma que no existe una confianza en la clase política y aquí entra en el tema del progresismo dando su opinión. Para él una buena organización política progresista se basa en un proyecto común de los ciudadanos. También cree que un Estado progresista debería pagar a quienes cuidan a los ancianos o las madres que cuidan a sus hijos, ya que a su juicio se confunde la utilidad doméstica con el altruismo. Y argumenta que la cultura moderna no es progresista porque el interés es individual en vez de colectivo, por la forma de modelar el tiempo o por la pasión por el consumo.

Finalmente propone una solución ante tanta inestabilidad producida por el cambio, crear un “ancla cultural”. Para ello son necesarios tres valores: el relato, la utilidad y el espíritu artesanal. El relato es una conexión narrativa en el trabajo, lo define como “experimentos culturales que aumentan la capacidad de las personas para interpretar su experiencia”. Toda persona necesita sentirse útil, tener un estatus. Sennett cree que si los políticos consideraran la utilidad como un bien público desaparecería el fantasma de la inutilidad. Y por último el espíritu artesanal, que para él es el desafío más radical. “Hacer bien algo por el simple hecho de hacerlo bien” sin obtener nada a cambio. Significa compromiso, y esto es imposible en las instituciones porque no existe lealtad.

La postura contraria a la sociedad moderna capitalista que describe el libro es la de la Nueva Izquierda que surge en los años sesenta del siglo XX y que redactó en 1962 la declaración de Port Huron. Está en contra de la burocracia, es severa con el socialismo de Estado y las multinacionales, con el control económico centralizado, con los planes quinquenales, con los empleos de por vida y con las instituciones del bienestar. La Nueva Izquierda cree que la maquinaria militar es autodestructiva y desea que la burocracia se desgaste desde dentro. En cierto modo con el tiempo ocurrió y tuvo lugar una separación de la autoridad y un debilitamiento de la lealtad a las instituciones. Sin embargo, la burocracia se reorganizó con la tecnología, las finanzas, los medios de comunicación y la mercadotecnia. Richard Sennett confiesa: “¡Yo era uno de esos soñadores juveniles!”.

A lo largo de la lectura es fácil sentirse identificado con las personas o situaciones que el sociólogo describe, pero que quizás no nos paramos a analizarlas fríamente en nuestro día a día. Por ejemplo en el tema de la potencia, siempre queremos comprar cosas sin límites, aunque luego no lo vayamos a usar (coches, ordenadores, ipod…). Y no nos paramos a pensar en que hace años se vivía con unos zapatos, y si se estropeaban se llevaban a arreglar, pero nunca se tiraban. Este espíritu consumista es algo demasiado normal en nuestras vidas. Al igual que todo lo que describe, la movilidad en el trabajo, la capacidad para adaptarse de un puesto o a otro. Hoy en día las carreras universitarias tienen varias salidas profesionales, no salimos preparados para hacer una determinada tarea. Y todo esto nos lo venden como libertad de elección. Podemos decidir qué hacer con nuestra vida, dónde trabajar y qué comprar. ¿Pero es verdaderamente así o estamos subordinados a esta sociedad moderna en la que creemos que somos libres pero no lo somos? Para Richard Sennett el trabajo, el talento y el consumo no dan la libertad y él cree que “tal vez la rebelión contra esta cultura debilitada constituya nuestra próxima nueva página de la historia”. 

Reseña: DESAYUNO EN TIFFANY'S (Truman Capote)


EL DIAMANTE DE CAPOTE



FICHA TÉCNICA
Título: Desayuno en Tiffany’s
Autor: Truman Capote
Traductor: Enrique Murillo
Editorial: Anagrama, 1990 (Barcelona).
158 páginas, 7,90 Euros.


La tarjeta de su buzón la definía: “Miss Holiday Golightly, Viajera.” La protagonista de la novela es una mujer inquieta, trotamundos y que vive el día a día sin saber qué le deparará el mañana. Alguna vez ha tenido algún papel como actriz, cosa de contactos. Siempre está rodeada de hombres, todos ellos influyentes en Nueva York, por lo que su nombre es bien conocido en la ciudad. Vive a costa de estos hombres, que entran y salen continuamente de su apartamento. Para ella no existe el compromiso, ni las ataduras, ni siquiera cree en la amistad. Lo más importante es el dinero, nada mejor que una joya de Tiffany’s.

Holly conoce a varios personajes. Entre ellos se encuentra Fred, como ella lo llama, que es el narrador de la novela. Un joven que vive en su bloque de apartamentos. Él se enamora de Holly, pero el sentimiento nunca llega a ser recíproco. Es un narrador en primera persona que vive la historia. Da su opinión, pero no la de los demás. En este caso no es el protagonista, sino testigo, cuenta la historia desde un punto de vista secundario. En cuanto a la estructura narrativa, la historia comienza con un encuentro entre dos personajes, que recuerdan a Holy Golightly. A raíz de ese recuerdo, el narrador comienza a contar cómo conoció a la protagonista y los momentos que vivió con ella de forma lineal.

Truman Capote publicó la novela en 1958. El personaje de Holly se convirtió en un referente cultural en América. Reflejaba la mujer que acudía a los “cafés sociales” rodeada de hombres que la llevaban a restaurantes caros y clubes. Un tipo de mujer mantenida que no sabía cocinar, que no trabajaba y que montaba fiestas en su casa. Una mujer de compañía que no se dedicaba a la prostitución. Este tipo de mujeres estaban mal vistas por gran parte de la sociedad.

El autor crea un personaje cómico: Holy Golightly. Una joven seductora que arrasa con todo, es el centro de atención y que se levanta tantas veces como se cae. Capote mezcla el humor con la tristeza. La vida azarosa que lleva con su tristeza interior y desorden de personalidad. Holly vive una mentira, pero ella misma se cree su propia mentira, y en su mundo, ella es feliz. La novela resulta divertida y dinámica. A mi juicio, el personaje de Holly es sencillamente excepcional. 

jueves, 19 de abril de 2012

ADRIANA SARMIENTO ENRÍQUEZ, FEMALE MURDERED IN CIUDAD JUÁREZ.



CIUDAD JUÁREZ SITUATION

Ciudad Juárez (Chihuahua, Mexico) is a city with more than 2 million inhabitants, the fourth biggest city in Mexico. Marginalization, poverty, danger, drug and human traffic or violence against women, are some of the difficulties that the Juarenses have to face everyday.

In 1993 the United States, Canada and Mexico signed the North America Free Trade Agreement, which meant the beginning of female murders and disappearances. The profile of women is: young (from 11-22 years old in the 72% of the cases), attractive and assembly plants employees. Foreign companies installed in Ciudad Juárez their assembly plants (automobile, electronics and medicine products). The most part of the employees were women, because they generated less labor conflicts. They earn about 4$ a day and sexual harassment is present in their jobs by men with higher jobs.



ADRIANA SARMIENTO ENRÍQUEZ

Adriana, the day she disappeared.
Adriana, a 15 year-old student, disappeared on January 2008. She went to a friends house, who took her to the bus which was supposed to take her home. The bus stopped very near her house. Adriana's mother, Ernestia Enríquez, phoned her and listened music, so she supposed that Adriana went out to dance with her friends. That was the last time they know something about her. The FGE found Adriana's mortal remains in November 2009, when they knew the identity they were given to her family. The investigation aimed that she disappeared in the center of the city, where the most part of kidnappings took place.





External links


http://javierjuarez.blogspot.es/1256383080/
http://www.zonafranca.mx/identifican-los-restos-de-adriana-sarmiento-enriquez-estudiante-desaparecida-en-ciudad-juarez-en-2008/

lunes, 27 de febrero de 2012

EL DESCUARTIZADOR DE CÁDIZ

Tras dos semanas de minuciosa preparación, Juan Martín Montañés apuñaló y posteriormente descuartizó a su amigo Javier Suárez Samaniego.

Javier Suárez Samaniego, hijo del arquitecto gaditano José Luis Suárez Cantero, era un joven inteligente y tímido. Estudiaba empresariales en la Universidad de Cádiz y tenía un buen amigo del instituto de Cortadura, Juan Martín Montañés, al que visitaba con frecuencia. 

Juan era un hombre culto, de manos huesudas, aficionado a la lectura de textos religiosos, con conocimientos de derecho y estudiante de Medicina. Poseía un coeficiente intelectual superior a la media. Hijo de un subinspector de policía jubilado, decidió emanciparse pero continuaba dependiendo económicamente de sus padres. Vivía en un bloque de viviendas de verano en la calle Villa de Paradas (Cádiz). Según la policía su apartamento tenía pocos muebles, no estaba muy ordenado, tenía muchas hojas con poesías y reflexiones sobre la vida y la muerte, equipos de música... Todo era normal, excepto el bote con las manos de su amigo Javier en formol que encontraron en la vivienda.

DÍA DE LOS HECHOS (21/01/1989)

A las cuatro y media de la tarde Javier salió de casa a dar un paseo en bici y se encontró con Juan. Éste le dijo que le acompañara a montar una mesa de ping-pong que acababa de comprar y Javier aceptó. Ambos fueron al apartamento y una vez allí Juan le propuso realizar una prueba acústica de un equipo de música. Para ello debería sentarse en una silla con los ojos tapados. En ese momento Juan cogió la pata metálica de una mesa que había rellenado con arena y le golpeó la cabeza. Javier cayó al suelo pero todavía seguía vivo. Dados sus conocimientos de medicina, le clavó un cuchillo entre la tercera y la cuarta costilla, con intención de llegar al corazón. Tras otro segundo intento fallido, le acuchilló varias veces hasta romper el arma. Una vez muerto, le tapó la cabeza con una bolsa de plástico y lo metió en la bañera, donde empezaría la “operación de su vida”. 

Tras limpiarse la sangre, Juan se sentó a escribir una carta a los padres de Javier en la que les pedía 12 millones de pesetas. Deberían ingresarle en una caja de ahorros medio millón cada semana si querían que su hijo siguiera vivo. Si incumplían recibirían un dedo cada semana. 
Tras enviar la carta, troceó el cuerpo de su amigo y guardó sus manos en frascos de formol para enviárselos a la familia si el dinero no era ingresado. 

PUNTA DE SAN FELIPE (22/01/1989)

Simulando que hacía deporte, Juan hizo tres viajes a la Punta de San Felipe, situado en el puerto. En una mochila llevaba los restos de Javier. Los echó al agua de la laguna con la esperanza de que los escombros cubrirían las bolsas con el cadáver. El padre de Javier puso una denuncia y en la lista de sospechosos que elaboró no constaba su amigo Juan, al que la familia apreciaba y consideraba el mejor amigo de Javier.

DOS DÍAS DESPUÉS (23/01/1989)

La bicicleta de Javier apareció a las afueras de la ciudad. El padre de Javier ingresó el dinero indicado en la cuenta corriente de la caja de ahorros tal y como el secuestrador le había indicado.

EL DÍA DEL ARRESTO (30/01/1989)

Después de once días Juan hizo tres extracciones en distintos cajeros. La tercera de ellas fue a las 10.30 del lunes. Tras introducir la tarjeta en una entidad bancaria de la Plaza de San Antonio, fue detenido. El asesino asumió fríamente que había matado a su amigo en el momento de la detención. En el registro de su domicilio encontraron manchas de sangre en las paredes y una fiambrera con formol, dentro de ella estaban las manos de Javier. 

APARICIÓN DEL CADÁVER (31/01/1989) 
Los submarinistas de la Guardia Civil, tras nueve horas de búsqueda, encontraron al día siguiente de la detención las cinco bolsas que contenían distintas partes del cuerpo de Javier. El propio asesino reconoció en el interrogatorio que había depositado allí el cuerpo. Los restos se encontraban a seis metros de profundidad.

EL DESENLACE
       
Los motivos que llevaron a Juan a asesinar a su amigo no se llegaron a averiguar, para algunos su objetivo era conseguir el dinero. De hecho, no era la primera vez que enviaba cartas amenazantes. También lo había hecho con el dueño de un supermercado situado cerca de la casa de sus padres. Su botín fue de 35.000 pesetas, pero esto solo era el principio de su operación. 
Durante el interrogatorio, Juan hablaba sin parar del destino. Para él todo había sido cosa del destino, no había hecho nada por esconderse, el destino había llevado a los policías hasta él. No hubo ningún tipo de arrepentimiento, se mostraba frío en todo momento. Según el informe, Juan fue descrito como una persona con “personalidad narcista, afán de notoriedad y egocentrismo” al mismo tiempo que hablaba de una posible homosexualidad no reconocida. Más tarde se supo a través de  sus compañeros que le gustaba diseccionar animales. El único motivo por el que sentía la más mínima sensibilidad era por el daño causado a sus padres. 
Le condenaron a 36 años de cárcel y no ha cumplido ni la mitad de esa condena. El 21 de junio de 2004 salió de la prisión Madrid 6, situada en Aranjuez. La sentencia asignaba 28 años por el asesinado, cuatro por falsificación de documentos y cuatro por amenazas. En 1992 se llevó a cabo una primera proyección de su caso que estimaba que saldría de la cárcel en el año 2025, es decir, con 57 años. La proyección del año 1996 estimaba que sería en 2007. Finalmente fue antes de lo pensado. Pese a estar en libertad, no puede entrar en la ciudad de Cádiz. La sentencia ha sido reducida por buen comportamiento y la realización de trabajos para la comunidad. Además, en los 15 años y seis meses que estuvo en prisión se sacó dos carreras.

EMBEDDED AND INDEPENDENT JOURNALISM IN IRAQ



Definition of “Embedded Journalism”.

Embedded journalism is a practice in which journalists cover a war with military units. This concept began to be used in the invasion of Iraq (2003). At the beginning of the war there were about 775 embedded journalists, but at the end of the year were about 100. In 2005, there were just 48 embedded reporters in Iraq. The reason was media desire to reduce their stuff in Iraq for financial reasons. They had to sign a contract with the military. The only apparent restrictions that they had was not to report information about the unit position, future missions, classified weapons or something that they could find. Anyway, if there was something that the military wanted to hide, they could not publish it. Moreover, if there is something that they don’t want journalists to know, they just try to hide it from journalists. If the commander of an embedded journalist declares a “blackout” they can’t fill stories via satellite connection. In this way, the military can create their own story about the war and that story is transmitted to the audience. They can pull credentials from journalists if the don’t respect the contract, it happened in Kuwait with two journalists who published an illustration of the military control over embedded journalists. 

Advantages and disadvantages.

It can be used as propaganda. Reporters are away from civilian populations and spend the day with the invading forces, so if they protect them and even sleep with them, they won’t be objective. This is a dangerous practice because journalists are at the same risk than militaries, 85 journalists have been killed in Iraq. The fact that journalists travel, live and report with the military was an advance. In previous conflicts the access wasn’t allowed. Stories reported by embedded journalists are very real, they give a sense of immediacy and humanity. Relationships between the military and journalists have been uneasy because of their different aims. 

“Embedded in Iraq” (Gavin Hewitt) and “Bagdag, city of walls” (Ghait Abdul-Ahad)

Gavin Hewitt is a British journalist and presenter from the BBC. Since 2009 he is the BBC New’s Europe Editor. In his article “Embedded in Iraq” he explains how he covered the Iraq war with the military. Reporters were trained in the front line, in Quantico, about useful things in Iraq (how women could use ponchos, cotton underwear, maps, military grids... They were allowed by the 3rd Infantry Division to bring their own vehicle, a Land Rover Discovery with the equipment. He was with a cameraman (Peter Gigliotti) and a driver (Jimmy Grant). As he explains, Iraqis went out to see them, and thought that “Americans were liberators”. They were shelled as well as military. They could see military soldiers and civilians death. First Hewitt told the cameraman to avoid the details, but he regretted that. He finishes his article saying: “This was liberation day, bight shining but strangely incomplete. There was a celebration but also silence”. 
Ghaith Abdul-Ahad is an Iraqi journalist who has worked in The Guardian and the Washington Post. He has reported from Iraq, Somalia, Sudan, Afghanistan and Libya. He had to change constantly his residence because he was a deserter from Saddam Hussein’s army. He was a freelance photographer and journalist for Getty Images and for The Guardian after the invasion or Iraq (2003). He covered the front lines of Sunni and Shia and wrote the book “Unembedded: Four Independent Photojournalists on the War in Iraq”. 

The main difference between Gavin and Ghaith is that one covered the invasion of Iraq from a military point of view and other from the civil one. “Embedded in Iraq” just shows how Americans are liberators for Iraqis. But Ghaith’s film shows that Iraqis are uncomfortable with the American presence and would like to solve the conflict on their own. In the embedded coverage there is a lack of objectivity because journalists are part of U.S. Forces, they spend the day with them and just see what they want them to see. But a freelance journalist, such as Ghaith Abdul-Ahad shows how Iraqis see the invasion and how do the military act by killing their family or friends.



Embedded in Iraq. Gavin Hewitt.

Baghdad, city of walls. Ghaith Abdul-Ahad.